Tras el paseo, volvimos al coche y ahora sí nos dirigimos a San Francisco. El viaje era bastante largo. Comimos por el camino en busca de un wifi gratuito para poder reservar el hotel.
Al final, llegamos por la tarde (a eso de las 19:00). Fuimos a un Starbucks y allí hicimos la reserva para los 6 días que pasaríamos. El hotel estaba bastante bien situado, en mitad de Van Ness Avenue. Lo cierto es que tiene bien merecida la fama de ciudad más europea de E.E.U.U. Casi todo eran edificios de pisos y las distancias, inmensamente más cortas que en Los Ángeles.
Como había algunos que teníamos que hacer la colada, el resto de la tarde no tuvo mucha más historia. Bueno... quizás que el Tues se hizo amigo de un mexicano que vendía tacos a la puerta de la lavandería Fiesta Laundromat junto a su señora. Le dijo: amigo, ¿querés los tacos que preparó mi mujer?
Y hay cosas a las que ni siquiera él puede resistirse...
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