El vuelo salió con una hora de retraso. Como Julio viajaba con free, nos colocaron a cada uno en un sitio diferente del avión. Por un lado íbamos Sara, Campillo y yo. Por el otro, Alin, Tues y Julio una fila más adelante.
La verdad, 13 horas de viaje son bastante cansinas. Pero nada que no se amenice con 3 películas de VHS (eso si, pseudo nuevas) y 3 happy meals (y no precisamente los del McDonalds).
Pelis:
- Los juegos del hambre. En llamas (A Campillo le gustó bastante, no le dio tiempo ni a ver el hambre casi)
- Al encuentro de Mr Banks (está ya si la vio entera)
- Una del Vince Vaughn que trataba sobre un padre de 533 hijos (yuju)
Comidas:
- Algunos nos tomamos un arroz a banda (porque según parece se nos podría catalogar de banda para que estuviese así el arroz) y otros pasta con verduras. Según Alin estaba mejor la pasta. Alin siempre gana.
- Después, a las 4 o 5 horas nos dieron a elegir (es un decir, a algunos le dieron a elegir y otros el q le tocará) entre un sandwichito de atún o un sandwichito de verduras (berenjena o calabacín).
- Y por último, un bocadillo de jamón de Sajonia.
Todo ello acompañado del peor café de la historia, pero en general y aunque pueda parecer lo contrario, no fue para nada malo. Al fin y al cabo viajábamos en turista.
Aquí os dejamos una foto de una de las azafatas:
Al llegar a Los Ángeles, los policías del control de aduanas eran un poquito exagerados. A Sara le tocó el simpático, porque aunque no tenía ni idea de español, tenía a su amigo Google (el policía) para comunicarse. Al resto, le fue más o menos bien dentro de sus americanadas (a Campillo casi le hacen volverse a la cola para que escribiese su segundo apellido cuando a otros no se lo pidieron...) y a Jesús le metieron en una sala llena de sillas y le hicieron las mismas preguntas que al resto pero en plan más peliculero.
Total, que salimos del aeropuerto sobre las 18:00 hora de Los Ángeles. Fuimos a Álamo a alquilar el coche y a partir de ahí la cosa cambió, todo el mundo muy majo, cogimos la minivan que nos dio la gana (menudo coche muchacho) y zumbando para el hotel. Descubrimos por primera vez las carreteras norteamericanas y sus cruces (en donde los semáforos se encuentran siempre al lado contrario del cruce, lo cual es bastante chocante, seguramente más aún entre coches), y llegamos al hotel.
El hotel bastante bien, limpio y funcional, el típico motel americano vaya. Como estábamos ya un tanto destrozados, salimos a la zona del downtown a cenar a un Subway y volvimos pronto. Mañana más...
hola que tal lo lleváis creíamos que solo se había borrado los comentarios pero se ha borrado todo los estudios universales ¿ os han gustado ?
ResponderEliminarson una pasada. Jesús haber si sales en las fotos pues no estas casi nunca, besos para todos.
No te preocupes que aqui suelo subir las que hago con mi móvil, estamos haciendo con muchas cámaras, ya las verás. Besos.
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